"Al escalar una gran montaña nadie deja a un compañero para alcanzar la cima solo"
Tenzing
Esto de pasar muchas horas (muchas, muchas) en la bici da
para muchos pensamientos. Además, te das cuenta de que tu compañero y
tú ahí vais por libre, en tu mundo propio. Es la soledad del camino y de
los que te acompañan. El tema es que como no se va a algo concreto,
sino que uno va al camino, los pensamientos van surgiendo de una forma
casi onírica, aleatoria, sin conexiones y hasta a veces absurda (aquí
pìenso en los psicólogos y en la conexión interneuronal,jaja). Así da
gusto. Es la misma sensación de cuando corres o nadas, estás ahí, pero
de repente vas muy lejos. Bueno, a veces aterrizas, y el camino te da
para pensar por ejemplo en personas.
Cada parte tiene a una.
Los
calentamientos y estiramientos son por supuesto de Carolina, "Adomuka",
saludo al sol, y por supuesto el niño, a ver si se pasa esa pequeña
contracción en el cuello, los árboles. Las hojas inevitablemente, ya lo
habéis visto para ese grupo agrofriki que me tiene captada la cabeza.
Eso sí, mi mirada sigue siendo ingenua, y no me pidáis que distinga un
olmo (con hoja asimétrica, se lo dedico a Nuria), de un quejigo (mis
padres dirían: ¡inculta!), o de un chopo. Sí distingo por supuesto esas
tomateras con unos buenos tutores, maíz, pimiento, etc.etc y las vides
ya nos han quedado claritas en La Rioja.Luego tenemos esa primera parte
del camino de iglesitas medievales que nos llevan a Sandra..de nuevo
mirada ingenua, muy bonitas, poco más, pero da gusto verlas.Y con el
calor nos acordamos de Danilo y sus advertencias, y con el sillín roto
nos volvemos a acordar, y de esa llave inglesa que nos dio, pero pesaba
mucho. Luego nos preguntamos qué tiempo hará y buscamos el parte
meteorológico de Maribel, luego la llamamos por la tarde, y que nos pase
el parte turístico Jose, que seguro que ha parado en un pueblo pequeño
hace quince años y se sigue acordando, como de Quintanilla-Escalada.Y
llegamos a Logroño, hay que cambiar los frenos y vamos a Decathlon, la
tienda de confianza, la nuestra y la de Javi.Y luego me acuerdo de ese
culotte que sólo me ha costado 10 euros, y las pocas rozaduras que
tengo, y lo que comentmos con el tío Luis, con Sergio..ahí cada uno
tiene sus problemas..yo sigo sufriendo más en el cuello..¡Adomuka!
Hablando de reparaciones, nos acordamos mucho de Jose Manuel, nuestro
mecánico de Aravaca, claro, y del sermón que me echó por no levantar el
culo y dañar los radios...me acuerdo de él cada vez que oigo !clonc,
clonc!! y vuelvo a preguntarme si me durará la rueda las etapas que
quedan. Yo prometo que SÍ levanto el culo, pero es que hay caminos que
no hay radio que los aguante (este pensamiento me lo he repetido muchas veces). Bueno, y en esas cuestas, recordamos por su puesto a los austrohúngaros
de Pablo, y en el desfiladero de los Tornos, aquella montaña invencible, de Pablo y Budi, los invencibles (Enrico dixit) y cuando hemos tocado esos terrenos llenos de piedra, y ves un
barranco ahí al lado llegas a pensar..bueno, si se cae por ahí la bici,
tampoco pasa nada, no? nos volvemos y ya está..y claro, me acuerdo de
Rafa y "estoy hasta los cojones de la puta bici", que es lo que resume
lo de los barrancos, piedras, zarzas, o incluso llanos eternos cuando lo
que ya quieres es una buena ducha. Rafa me lleva de nuevo a Enrico pedaleando cuál monjilla-martes y trece cantando bicicletas sin sillín: "ooooiijjjj".
Bueno, y
todo el rato miras hacia adelante y ves a tu compañero, y te alegras que
siga por ahí delante acompañando..él siempre va delante, por
descontado. Te preguntas si él no tendrá hambre, o no necesitará el café
igual que lo necesitas tú, (estoy viviendo a tope el síndrome de
abstinencia, y ahí me acuerdo de Carlos una vez más) y porque no acompañar ese café de un dulce que anime la mañana y eso nos recuerda inevitblamente a Raquel, y miro a mi compañero y me pregunto
porqué sus piernas siguen dando y las tuyas ya no.
Cada señal en camino, cada mojón de señalización de GR99 nos trae a la cabeza Blanca y su providencial sugerencia de hacer el Camino del Ebro, gracias Blanca por la guía y los mapas, sin ellos no seríamos nada, sugerencia para el Ministerio de Medio Ambiente no mezclar caminos cuya señalización es blanca y roja (Camino del Ebro) con caminos con señalización blanca y verde, Enrico casi me ha perdido más de una vez.
Y como olvidarse de Lodosa y su innombrable hostal, con sus sábanas de sangres, sus bichos muertos detrás de la mesilla, ese olor que emanaba del patio, y sus vasos bien tupido de grasas, si Araceli, "Estamos horrorizados", menos mal que las sábanas de Enrique y Ana, nos aislaron de todo ese ambiente, fueron indispensables.
Y
bueno, luego hay muchos pensamientos más de esos que digo medio
oníricos, conexiones que van y que vienen y que nos tienen transportados
a este mundo del Ebro y biciclístico, donde da gusto haberse instalado
durante un tiempo.
Como diría Fernando Alonso, está siendo una carrera fantástica, y no sería posible sin el equipo.
Nos estáis dejando alucinados!
ResponderEliminarLa bici, la literatura, yoga mañanero, Enrico sin sillín (por favor, una foto!)
Estáis a un nivel que cualquiera se junta con vosotros..... me uno a Rafa en sus opiniones.. jejeje