domingo, 19 de agosto de 2012

Rutinas y otros desaguisados

"Cualquier esfuerzo resulta ligero con el hábito"
Tito Livio 

Ya vamos por la etapa 8, aunque egoístamente solo hemos compartido por acá un par de etapas, 8 días después estamos en Zaragoza, a "quienientosytantos" kilómetros de nuestra salida, y a otros tantos de casa, a estas alturas hemos visto al Ebro de infinidad de formas: caudaloso, musculoso, generoso cediendo sus aguas, agradecido de recibir el agua de otros, embalsado, maniatado, hemos visto como le robaban "su agua" con tuberías medio escondidas, gordinflón formando meandros y curvas, limpio, sucio, refrigerando una central nuclear o regando viñas y huertos.

Es en días como hoy cuando me pregunto qué es lo que te empuja a seguir 8 días después subido a una bici, dando pedales hacia no se sabe muy bien donde, haciendo algo que, os confieso, va contra mi "natura" sedentaria.

Es cierto y es verdad que hay una variable que explica una proporción importante de esta aventura nómada, nos lo pasamos genial, nos divertimos mucho tanto en la bici como cuando llegamos al destino, "las risas son solamente una parte del viaje...pero son la parte más divertida"

Por otro lado, hay mucho de superación personal, es algo que cuesta, y sobre todo a estas alturas, cada kilómetro tiene mucho de conseguir lo que pensaba que no íbamos a conseguir,  nos superamos. Nuestra aventura no es gran cosa quizá para otros como nuestro reciente amigo "velocirraptor" (ya os hablaré de él) pero reconforta la sensación de llegar y (en palabras de Laura) "dormir con sueño, comer con ganas" y tener la conciencia tranquila del trabajo bien hecho. Confieso que tras esa cuesta que tanto cuesta, o ese pueblo al que nunca llegas pero lo ves ahí cerquita, o ese calor que te cuece a fuego lento y por fin subes, por fin llegas o por fin te refrescas; muchas veces me canto "dale campeón, dale campeón", porque antes de la cuesta, del pueblo o del calor no éramos menos que ahora pero cómo cuesta conseguirlo.

Por último, hay un aspecto fundamental (me dejo algunas otras variables) que es la rutina, muchas veces la rutina nos salva, nos da el impulso necesario y la rutina en nuestro caso es estricta y disciplinada (siempre con alguna excepción):

Planteamiento o intruducción:

Nos levantamos temprano, los primeros días a las 6:00, los últimos tres días a las 5:00 (para intentar evitar al máximo el calor). Los aprontes y la organización pre-bici nos suele llevar una hora y cuarto e incluye desayuno, vestirse, asearse y organizar las alforjas, montar las bicis, estirar (en el caso de Laura es una mini clase de Yoga) y un último vistazo a los ya super estudiados mapas.

Nudo

Arrancamos de noche, frontales, luces traseras y chalecos y pedaleamos, pedaleamos, pedaleamos, STOP parada por desfallecimiento, esto es como a las dos horas de empezar, siempre intentamos prolongar al máximo estas primeras horas para aprovechar el "frescor" de la mañana (Padres no preocuparze, siempre paramos justo antes de morir).

Pedaleamos, pedaleamos y pedaleamos y aprovechamos pueblos interesantes (últimamente todos son feos) o fuentes fresquitas para hacer algún pequeño descanso, estas pequeñas paradas también pueden ser cuando yo me pierdo o Laura para hacer pis.

La última parada antes del final suele ser para comer ese bocata maravilloso que nos sabe a gloria y que nos devuelve lo que el camino nos arranca de las tripas, todo bien regado de alguna bebida con azúcar, lo ligth no se lleva bien con tanto esfuerzo, en este momento siempre nos planteamos volver a casa si se nos rompe la bici o quedarnos un día entero en el siguiente destino.

Desenlace

Llegamos!!!!!! somos los mejores!!! besos, abrazos, fiesta, fiesta... los pueblos nos suelen recibir con campanadas y la gente sale a ofrecernos agua, comida, sus mejores animales, camellos, oro, incienso y mirra (puede ser que parte de esto sea causado por nuestras alucinaciones).

Buscamos el alojamiento que previamente habíamos localizado y contactado por teléfono, ducha, lavar ropa, un poco descanso y ya es la hora de cenar, así que camping gaz al hombro, olla, pasta, fruta, navaja y a buscar un sitio discreto y coqueto en el pueblo para cocinar.

Después de la cena, estudiar la etapa del día siguiente, mapas, leer a nuestro gurú "apadreny" que ha hecho el camino y ha colgado en internet comentarios, buscar posibles alternativas reflexionar sobre los obstáculos para los cuales no hay alternatuva y ya nos toca dormir, ah, bueno, cada 3 o 4 días nos hacemos un huequito para escribir en el blog.

Si esto lo haces 8 veces, llegas a Zaragoza seguro...


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