sábado, 11 de agosto de 2012

Dios, el diablo y la aventura

“La vida es como la bicicleta, hay que pedalear hacia adelante para no perder el equilibrio”. Albert Einstein

Estamos justo en ese preciso instante en que nos preguntamos ¿qué carajo hacemos nosotros acá?; con dos bicis y un equipaje que pesa una barbaridad, obviamente son solo las cosas indispensable  aunque intuyo que mañana o pasado muchas de esas cosas nos pareceran totalmente prescindibles.

Por delante nos esperan infinidad de subidas, la amenaza del calor, el riesgo de la lluvia, la incertidumbre del camino, una montaña de dudas y certezas volátiles, absolutamente volátiles.

Miro la bici y pienso que no vamos a ser capaces, no nosotros, no ahora; la bici, cargada y el camino desconocido, son algo que no me pertenece, algo ajeno. 

Dudas, infinitas dudas que es de lo que más pesa ahora, quizá solo superadas por los miedos que nos inundan la cabeza, pero sé que cuando empecemos a rodar, los miedos no van a desaparecer ni las dudas a determinarse, pero algo nos empujará a seguir a descubrir la aventura, sea dios o el diablo, será la aventura y hacia delante encontraremos el equilibrio necesario.

Ahora estamos en Chamartín, esto recién arranca...


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